Cómo tener una piel perfecta

  • Por: Elena
  • Publicado el 13-05-2021

Siempre se ha dicho que el rostro habla por nosotros, pero siento que en estos tiempos pandémicos se ha vuelto más importante que nunca comunicar con la cara. Para que puedas hacerlo con la seguridad de brillar con luz propia, vamos a explicar cómo tener una piel perfecta en pocos pasos.

Todos queremos tener una piel perfecta

Llevar mascarilla durante varias horas hace que muchas pieles acaben acumulando más sebo y luciendo peor, por lo que el cutis se termina resintiendo. Encima, como nos pasamos el día hablando por videollamadas en las que solo se nos ve de hombros para arriba, siento que debemos mimar esa zona que tanto mostramos.

Si quieres conseguirlo de manera sencilla y cómoda, no te preocupes, porque es posible lograrlo. Aunque hay multitud de artículos que profundizan en este problema con soluciones complicadas y que parecen imposibles de llevar a cabo, vamos a limitarlo a los puntos básicos y realizables.

De esta manera podrás establecer una rutina que, con el tiempo, te resultará cada vez más natural. Con un poquito de paciencia y de constancia al principio, acabarás viendo cómo cuidar la dermis de tu rostro no es tan inviable. Es más, es incluso hasta agradable, te lo aseguro.

¿Por qué es importante cuidar tu cutis a diario?

Imagino que ya sabes por qué hay que prestar atención a la dermis. No es solo que así lucirá mejor, también es que puede llegar a doler si no le das unos cuidados mínimos. Por ejemplo, si se queda desnutrida pierde elasticidad, se agrieta, arruga e incluso llegan a salir heridas.

En el caso del rostro esto es todavía más importante. La razón es que se trata de una zona del cuerpo en el que la piel es más fina y, a su vez, está en constante exposición a los factores externos. Es decir, que el desgaste que sufre es mayor y esto le acaba pasando factura.

Tanto los rayos del sol como la contaminación o los cambios extremos de temperatura influyen negativamente en nuestro rostro. A esto hay que sumar nuestra tendencia natural a secarse o llenarse de sebo, el peso de los cambios hormonales y problemas como la dermatitis o la alergia.

Al mismo tiempo, las células muertas y otras partículas de suciedad que se van acumulando en su superficie a lo largo del día le otorgan un aspecto rugoso y cansado. Por ello, la limpieza juega un papel vital, como veremos en el siguiente bloque.

Cuando los poros se taponan, la situación también empeora, porque aumentan los granitos y espinillas. Si encima tenemos en cuenta la cantidad de horas que echamos delante de una pantalla, es normal que tengamos el cutis cansado y un aspecto desmejorado.

¿Cómo puedes conseguir que luzca sano y radiante?

Una vez hemos establecido los problemas que tiene la piel del rostro y los principales motivos por los que se generan, ha llegado el momento de profundizar en el eje central del texto. Antes de nada quiero aclarar que no existe una solución mágica y que necesitarás combinar varias técnicas.

Por supuesto, hay ciertos remedios más potentes y recomendables que otros, pero para sacarles provecho primero tienes que conocer tu cuerpo. Si tienes claras tus necesidades y, por qué no, tus gustos, obtendrás un rendimiento mayor y una experiencia más placentera.

Para ponértelo más fácil, a continuación encontrarás una selección de los consejos más interesantes y también algunas pistas de cómo ponerlos en práctica, ya sea a través de cosméticos profesionales o aprovechando el poder de los remedios caseros.

Protégete de los rayos del sol

Comenzamos por algo que, aunque parece obvio, solemos ignorar con demasiada frecuencia. Estoy hablando, cómo no, de la protección frente al sol, pues sus rayos ultravioleta son muy nocivos, hasta el punto de que pueden generarnos enfermedades graves.

La solución consiste simplemente en utilizar una crema de mínimo SPF 50 cuando vayas a realizar una exposición prolongada. Ten en cuenta que es importante echarla media hora antes de salir a la calle y luego volver a aplicarla cada dos horas, aproximadamente.

Por otro lado, si tienes problemas de hiperpigmentación o manchas, puedes apostar por un buen sérum que te ayude con estas cuestiones. No solo unificará el tono del cutis, sino que además le devolverá parcialmente su brillo natural.

Prioriza una buena limpieza

Para permitir que el rostro respire y se libre parcialmente del cansancio acumulado a lo largo del día, es esencial que lo limpies, sobre todo si sueles utilizar maquillaje. Eliminando los restos que se quedan, liberarás los poros y reducirás la presencia del acné-

Cuidado con los cosméticos que escojas. Ya sea un desmaquillante, una leche limpiadora o un agua micelar, tienen que respetar el manto hidrolipídico y el pH, además de no contener sustancias nocivas. Además, un algodón te hará el proceso más sencillo, aunque puedes usar las manos.

En cualquier caso conviene evitar métodos más agresivos, como las toallitas, porque suelen secar demasiado el cutis, en especial si contienen un porcentaje de alcohol. Respecto al mejor momento, siempre hay que hacerlo una vez por las mañanas y otra antes de dormir, para irte a descansar con el cutis se oxigene.

Más allá de realizar esta limpieza diaria por tu cuenta, tampoco está de más que de vez en cuando acudas a un centro de estética profesional para que te realicen una limpieza más a fondo. Ya verás cómo los resultados son sorprendentes y merece la pena.

Exfolia el rostro todas las semanas

En la línea de la limpieza, emplear cosméticos exfoliantes es muy beneficioso. Como hemos comentado, la acumulación de pieles muertas y partículas de suciedad (ya sean de sebo, polen, contaminación o polvo) hacen que nuestra cara se vea muy apagada.

Por tanto, eliminar estas sustancias tendrá resultados visibles de inmediato. Asimismo, este proceso promueve la renovación celular. Esto, a su vez, hace que nazca una nueva capa de dermis más lisa, tersa y unificada, así que te dejará el rostro precioso.

La exfoliación también permite que el resto de cosméticos que vayas a utilizar penetren más a fondo, ofreciendo mejores resultados. Además, puedes realizarla con mucha comodidad con un par de ingredientes. Por ejemplo, mezclando azúcar y miel o avena con bicarbonato de sodio.

Pero, cuidado, porque al ser un método muy agresivo, tendrás que realizarlo después de la ducha, para que no resulte tan dañino, y espaciar una sesión y otra alrededor de siete días. Recuerda que tienes que dejar el producto reposar 15 minutos antes de retirar los restos con abundante agua fría.

Confía en una buena crema hidratante

Ahora vamos con una solución que no por obvia es menos beneficiosa. Lo hemos mencionado de pasada, pero los niveles de nutrición de la piel son vitales a la hora de conseguir que la dermis esté bonita, flexible, protegida y en buen estado. Esa es la razón de que hacerte con una buena crema hidratante es ideal.

Por supuesto, como en todos los casos anteriores, tienes que cuidar la formulación. Conviene que sea natural, que contenga grandes humectantes y que carezca de sustancias nocivas como los irritantes, los parabenos o un exceso de conservantes.

El otro punto importante es que la apliques a diario, sin excepción. Por las mañanas y por las noches, siendo consciente de que el mejor momento es siempre después de la limpieza facial. Además, tienes que extenderla con las manos limpias y en una capa homogénea, que cubra toda la superficie.

Hazlo mediante movimientos circulares ascendentes, porque fomentan la absorción. También ejerce una ligera presión al mismo tiempo para fomentar este proceso y reactivar la circulación. Si has dado con un buen producto, notarás un alivio inmediato y el rostro más suave, sedoso y repleto de brillo.

Date suaves masajes con aceites esenciales

En caso de que tengas la piel muy seca o de que quieras un nivel de hidratación mayor, complementa el método anterior con un buen aceite esencial, que podrás aplicar cuando quieras y las veces que quieras, porque no existe ningún riesgo asociado a su uso constante.

El método de empleo es el mismo que en el caso anterior. Simplemente ten en cuenta que se trata de productos más líquidos, por lo que se asimilan con mucha velocidad. Por lo general, también son bastante nutritivos, de ahí que resulten una excelente forma de mantener el cutis sano.

Usa una mascarilla intensiva

Para cerrar, un remedio que hay que usar todas las semanas, porque te aporta una dosis de nutrición extra que es realmente beneficiosa. Al mismo tiempo, supone una excusa excelente para dedicarte un ratito a ti misma, algo que nunca viene mal.

Solo tendrás que utilizar el producto elegido sobre el rostro y dejarlo actuar alrededor de 10 o 15 minutos. Cuando haya pasado ese rato, tendrás que retirar los restos y disfrutar de los resultados inmediatos, tan fácil como eso.

Ahora que ya sabes cómo tener una piel perfecta, solo tienes que valorar por dónde empiezas e ir sumando estos pasos a tu rutina a un ritmo con el que te sientas cómoda. En cuanto lo hagas, disfrutarás de una cara bonita, sana y luminosa.